Para este fin de semana las predicciones eran un tanto variables, para el sábado algo de mar a primera hora que iría a menos durante la mañana y para el domingo muy buena mar pero fortísimas rachas de viento, nos decidimos por intentarlo el sábado.
En esta ocasión fui acompañado únicamente por Gonzalo, quedamos en la misma zona de las ultimas salidas ya que los resultados habían acompañado. Al llegar vimos que el terreno estaba impracticable, rachas de olas y el agua como el chocolate así que no nos quedó otra que tirar para el resguardo de El Musel.
Una vez en el agua comprobamos el mal estado de la mar, para no irnos de vació nos pusimos a pescar a fondo al resguardo, cerca de los bloques de uno de los espigones que conforman el superpuerto a la espera de la mejoría anunciada por el parte. Muchas otras embarcaciones hicieron los mismo que nosotros. Pasé un buen rato entretenido con las cabrillas, una pesca muy relajada con picadas continuas.
Con el paso del tiempo se cumplió la predicción y el oleaje fue a menos como el viento, así que nos pusimos a cacear. Mientras pescaba a fondo pude ver como algunas embarcaciones que andaban cerca no paraban de tener picadas de pescado menudo. La zona mostraba mucha actividad en superficie, a lo lejos se distinguían numerosos grupos de gaviotas y otras aves realizando picados continuamente.
Después de unas primeras pasadas tuvimos varias picadas de verdeles, xardas, chicharros y agujas de poco porte, hasta ultima hora no se produjeron las capturas que merecieron la pena, un par de sierras que podéis ver en el vídeo.
Fue muy curiosa la forma de picar del sierra ya que se prendió del señuelo mientras recogía la aguja que había entrado a un vinilo de la metralleta, menudos tirones me dieron entre los dos peces.
Gonzalo también alargó su racha de capturas en la que fue su tercer salida en kayak.